'Todo es mentira' rebajó ayer al fin ayer su guerra contra Eduardo Inda. El programa sigue con unos datos muy discretos y ayer apostó por abordar desde un punto de vista formal la guerra entre los taxistas, víctimas de un mercado secundario que nada tiene que ver con el Estado, y los VTC, la mayoría esclavos de los golfos que adquirieron las licencias a millares con la complicidad de las administraciones públicas.
El espacio de Cuatro ha apostado por relegar a Itizar Castro, Antonio Castelo y Elsa Ruiz (desubicada desde el primer día) y darle todo el protagonismo a Mejide, que comparte mesa con Marta Flich y Miguel Lago.
El cómico gallego se mofó de los taxistas que increparon a Albert Rivera al grito de "moderno" y los comparó con los protagonistas de 'Callejeros'. Los números no acaban de dar síntomas positivos y Mediaset ha vuelto a cambiar su formato: del humor negro a Inda y del director de OK Diario al informativo serio con chistes, 'El Intermedio'. Pero por ahora sin su talento.
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