El establishment madrileño le está pasado la factura a Jaume Roures por su cercanía al 'procés'. O al menos de cara a la galería: Mediapro ha perdido dos subastas trucadas, especialidad de la casa, y un gran contrato en apenas cien días de año.
La factoría catalana arrancó 2019 quedándose sin la mitad del contrato de La Sexta, perdiendo la producción de la mayoría de sus debates y conformándose con mantenerse como proveedor técnico y como productor de espacios como 'Zapeando' y 'El Intermedio'. 15 millones de euros de facturación por el desagüe y alegría para Ferreras, distanciado con el productor.
El segundo golpe se lo dio la banca: el Grupo Zeta estaba en venta y en manos de la banca por sus inasumibles deudas. Roures, deseoso de la influencia de El Periódico de Catalunya, realizó la subasta más alta. Pero el establishment, tanto madrileño como catalán, escogió un peor negocio 'por España'.
Prensa Ibérica, dócil con el Sistema tras heredar la Prensa del Movimiento, se llevó el gato al agua por decisión de La Caixa, el Sabadell o el BBVA (con implicación indirecta también del Banco de España, Soraya y La Moncloa), que siguen a la espera de compensar a Asensio junior para que haga películas de superhéroes.
Y el tercer pulso también lo perdió Mediapro: Real Madrid TV pasa a manos de un consorcio compuesto por Mediaset y Telefónica. Florentino Pérez, al que Roures tildaba de "forofo" hace unos meses, escogía a sus amigos.
Por un lado JJ Santos (servil con el 'Ser Superior'), Manu Carreño (enterrador de 'Deportes Cuatro' tras convertir al heredero de 'El día después' en un apéndice de Real Madrid TV), Paolo Vasile (que emitió 'Asalto a la casa blanca' para apuntillar a Ramón Calderón y habitual del palco del Bernabéu) y José María Álvarez-Pallete (íntimo del mandamás de ACS, supuesto liberal que ha sido condenado por amañar de nuevo contratos).
España no será un país serio hasta que Florentino Pérez no esté en la cárcel. Cuenta David Jiménez en 'El director' que Antonio Fernández Galiano, "El Cardenal" de Unidad Editorial, le reía las gracias a Pérez cuando a los postres le decía que Óscar Campillo, entonces director de Marca, era "del Barça".
Campillo cayó tras destapar la ruina física de Bale y Pedro García Cuartango cayó tras destapar el Football Leaks del defraudador CR7, elevado a los altares por la infame prensa merengue y, tras romper con Florentino, jugador tramposo que no llegaba al nivel de Messi y violador.
Pero Roures sigue a la suya: facturará este año 200 millones de euros en series a Telefónica, Atresmedia, Mediaset, TVE y tropecientas cadenas extranjeras. Al productor catalán lo daban por muerto cuando ZP salió de La Moncloa y cuando se endeudó como el Grupo Kirsch con el fútbol.
Pero siempre sale flotando: ahora les venderá las series a los trajeados que se avergüenzan de su amistad para que Ok Diario y Libertad Digital aúllen; le venderán series, programas y canales a Pallete para que Movistar deje de perder subastas; podría colocar algunos proyectos a Real Madrid TV como compensación y huirá del mundo del fútbol antes de salir corneado con las subastas trucadas. Unas subastas trucadas que ahora él pierde y que pagarán los socios merengues y los accionistas de las entidades financieras, no sus capos.
Roures, ayer en Donosti, se debiera hacer mirar dos asuntos: no puede tener a trabajadores al borde del límite y en precario, véase los trabajadores del Congreso y los griteríos de Real Madrid TV, y debe dejarse de enviar burofax en frenesí para acallar a los críticos.
Florentino, por su parte, anda obsesionado por el espinonaje. En su club citan a agentes futbolísticos fuera de las oficinas blancas, no vaya a ser que se vean entradas y salidas. Hace unos días pillaron a dos fotógrafos apostados a la entrada del garaje para ver quién visitaba las plantas nobles. Y el resultado les sorprenderá...
Leer más: El 'plan b' de Roures: crear un competidor de La Sexta con el equipo de RMTV.
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