El PSOE traiciona de nuevo





El PSOE, que dio la espalda a la Revolución rusa en 1919, apuntilló la resistencia republicana en 1939 con un autogolpe sin preocuparse de evacuar a sus soldados, se pasó de vacaciones cuarenta años y se vendió a Estados Unidos, Suecia y Alemania para destrozar al PCE, heroico durante la Guerra y el exilio, vuelve por el sendero de la traición. 

Pedro Sánchez, conocido inútil de la izquierda pop que se cree algo porque Iván Redondo engañó al personal con Vox, ganó las primarias contra Susana gracias al discurso del 15-M, tumbó a Rajoy gracias a Podemos y ahora ha vencido en las generales gracias al voto prestado de la izquierda, que se tapó la nariz para olvidarse de Felipe González y otros golfos supuestamente socialistas.

Cada vez que el PSOE entra en La Moncloa a la izquierda la tiran por la ventana. Y lo que nos espera: Sánchez juguetea para dilatar el proceso de la confección del Gobierno, a ver si la veleta de Rivera se mueve de nuevo. Unidas Podemos, 3,7 millones de votos, espera a que este caprichoso deje de hacerse de rogar. En realidad Sánchez quiere la investidura gratis.

¿Para qué? Para que Pablo Iglesias no le obligue a revertir los recortes del PP (Reforma Laboral) y la involución de Rajoy (Ley Mordaza). Para que Alberto Garzón no le fuerce a preguntar al CIS por Felipe VI, presidente de honor de Vox desde que decidió insultar a los catalanes apaleados antes de que convirtiesen a sus líderes en presos políticos de Españazuela. Para que Unidas Podemos no le ordene publicar la lista de evasores fiscales, con varios borbones en el saco.

El PSOE nunca cambia: retórica izquierdista, política liberal, incumplimientos continuados, traiciones a sus bases, colección de golfos y ahora, Pedro Sánchez, que se ha creído que es algo porque la izquierda se asustó con la homofobia, la xenofobia y el franquismo de Vox. Al menos el 26-M tendremos oportunidad de vengarnos.

Leer más: Españazuela.

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