Los medios mayoritarios hicieron caso al Sabadell y apadrinaron en las generales de 2015 a un "Podemos de derechas", Ciudadanos, que no sacó los 100 escaños que pronosticaba El País. Rivera se conformó con 40.
Al año siguiente Rajoy perdía apoyos y se enfrentaba contra el Ibex-35, pero aun así el PP ganaba de nuevo unas generales. En 2017 Pedro Sánchez se enfrentaba a PRISA y a La Sexta, pero le ganaba las primarias a Susana Díaz.
A finales de ese año Marta Rovira e Inés Arrimadas protagonizaban un cara a cara televisivo, pero el gato al agua se lo llevó Puigdemont. A finales de 2018 las teles se mofaban de Vox, pero metió un mordisco de aúpa en las andaluzas.
En 2019 Iglesias volvía cara de perro contra el establishment mediático, pero volteó los sondeos y alcanzó los 3,7 millones de votos.. Y llegó la primavera. Las teles organizaron un cara a cara entre Valls y Colau, ganó Maragall. Y los medios se derretían con los abuelos socialdemócratas, Manuela Carmena y Ángel Gabilondo.
Gabilondo fue el 26-M el único barón socialista que no ganó un solo escaño y Carmena perdió un concejal. Pero de sus derrotas, y las de los medios, el culpable parece ser Pablo Iglesias, que vio como Manuela le despreciaba y como Íñigo se largaba a cinco meses de las elecciones.
Eso sí, Iglesias sigue siendo incapaz de ver que su ego autoritario y la debilidad territorial de su partido ha contribuido al desgaste de Podemos tanto como la guerra sucia de Interior, los memes sobre su chalet o la crisis catalana.
La estúpida izquierda pop de Malasaña espera mientras tanto la llegada de un modelo tipo Los Verdes alemanés, bobós (burgueses y bohemios) que podrían articularse en torno a Errejón. No saben nada de la Operación Chamartín o de los apoyos de Más Madrid al dúo Guaidó-Amancio.
Ni puta falta que les hace mientras tengan Instagram, vídeos de 'los Javis', superficialidad y postureo para reafirmarse en su individualidad que les hace especiales. Ya saben, la clase baja aspiracional que no tiene para pagar el alquiler oculta con filtros su miseria económica y moral.
Los medios pierden crédito, los líderes antiestablishment ganan terreno y ningún periódico habla de los peores resultados del PP en tres décadas, del pinchazo del PSOE (que iba a gobernar Madrid, Murcia, Castilla y Léon y Aragón), del tortazo de Rivera antes de pactar con Vox o de Abascal, que ha perdido la mitad de sus votos.
La foto que vale es la de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, la típica achispada de verbena de pueblo y el tradicional cuñado que inspira compasión por sus chistes gañanes y por sus corbatas horteras. Ambos, animalillos supuestamente inofensivos, hicieron carrera en los tiempos más siniestros del aguirrismo.
Sea como fuere, gobernarán Madrid dos sujetos que han sido ridiculizados, con razón, por todos los medios durante en el último mes. Esos mismos medios linchaban a Casado y mimaban a Rivera. Y, oh sorpresa, el pueblo ha votado contra los medios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario