En el sector energético hay un nuevo invitado: la comercializadora verde Holaluz, que al menos trata al cliente con respeto. La compañía catalana impulsada por Carlota Pi se prepara para saltar a la bolsa, pero antes debiera cambiar su infame campaña publicitaria.
Holaluz utiliza a símbolos del activismo para vender su mercancía. Ya saben, el capitalismo juega con los iconos de la izquierda para aprovecharse de la ignorancia del personal. Lean 'La trampa de la diversidad' de Daniel Bernabé.
Es una vergüenza que estos pájaros nos vengan a decir que si queremos empezar a cambiar el mundo tenemos que pasar por su caja. Pasen y vean:
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