En el sector mediático casi nadie se echa las manos a la cabeza porque 'Sálvame' siga manteniendo en nómina a un sujeto como Antonio Montero, que pudo hacer apología del franquismo al asegurar que al genocida gallego había que darle "las gracias por la transición". Claro que sí, campeón...
El paparazzi anteayer subió de nuevo el pan al dejar claro que las miles de agresiones que sufre el colectivo LGTBIQ+ son hechos del pasado: "Para mi está superado, hay gente que sigue insultando a los gordos, a las gordas, a las feas... se sigue discriminando a la gente por mil cosas, y los pobres homosexuales no son unos pobres desgraciados que les van pegando por la calle". ¿Más negacionismos?
Jorge Javier, 'poli bueno'
Antonio Montero hace de 'poli malo' y Jorge Javier Vázquez regresó ayer como 'poli bueno'. Eso sí, lo hizo sin medallas. Y es que su agresiva salida de pata de banco contra Belén Esteban del pasado sábado pudo quitarle la razón que tenía en su ataque contra la demagogia de una señora que lleva dos décadas haciendo demagogia en televisión.
Pero el 'dueño del cortijo' vespertino ayer no dio ni un solo paso atrás: "No me arrepiento de haberme ido. Hubiera sido peor si me hubiera quedado. Permanecí en silencio durante su discurso porque no quería entrar en batallas. Dicen que yo censuro, pero si lo hiciera no le habría dejado dar esos 15 minutos de discurso".
Y aseguró que "Belén Esteban ya no es pueblo. Eso es una cosa que tiene que aceptar, pero no es una cosa mala, ella no es pueblo, yo tampoco lo soy (...) El pueblo no vive en un chalé con piscina en Paracuellos, no cierra una discoteca para hacer su cumpleaños, no alterna con Rosalía ni se va de cena con Pablo Alborán". ¿No se puede ser pueblo si eres millonario? Eso parece...
El presentador tiró con bala al asegurar que su compañera ha pasado la crisis sanitaria "en su casa cobrando el mismo sueldo por hacer dos recetas a la semana y comer una cena los viernes. El dolor no lo ha sufrido ella misma, se lo han contado".
A vueltas con Vox
El debate más interesante de 'Sálvame' se está centrando en analizar a un partido al que el programa destrozó mediáticamente vía 'Merlos Place'. Y es que Jorge Javier Vázquez, imitando a Antonio Maestre, afirma que Vox es "fascismo"; e insinúa que no se puede repetir el buenismo que se dispensó hace menos de un siglo a Mussolini, Hitler o Franco.
Calificar a Vox de partido "fascista" es una inexactitud que convierte en víctimas a los que quieren ser 'verdugos' de los más débiles: mujeres maltratadas o inmigrantes. Maestre y Jorge Javier parecen desconocer que la estrategia de la deslegitimación fue utilizada por los medios yankees contra Trump, que utilizó los ataques de unos desacreditados mass media para dejar de ser un candidato de lo peorcito del establishment a ser considerado en círculos incluso progresistas como un outsider.
Pasillos mediáticos al fascismo, ni uno. Arrogantes desprecios y descalificativos a la derecha cañí con tics autoritarios, mejor no. ¿La solución? Que el PSOE deje de cebar a Vox por debajo de la mesa mediante CIS y 'Telediarios' en vez de hacerse la víctima de unos disparates que se irán por el desagüe en cuanto el PP recobre el centro y La Moncloa deje de inflar terraplanismos.
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