Iván Redondo apuesta fuerte en su batalla contra parte del establishment mediático

Iván Redondo está rediseñando su estrategia gubernamental con la intención de que los tiempos convulsos que sufre la sociedad no pasen demasiada factura a nivel demoscópico a Pedro Sánchez, parapetado por un tupido ejército de medios afines. 

El presidente del Gobierno está especialmente encantado con la nueva etapa del Grupo Prisa a pesar de que el máximo accionista del grupo, el inversor armenio Joseph Oughourlian, no ha podido ofrecerle al huésped de La Moncloa la cabeza de Javier Monzón como presidente no ejecutivo de la editora. 

El PSOE habría estado sondeando inversores para que se hicieran con el casi 10% que ostenta Telefónica en Prisa. La intención sería controlar definitivamente el holding, sin el contrapeso del Santander, Y colocar a exministros y amiguetes en el consejo de administración del multimedia. 

Cierto es que este asunto no les urge porque Javier Moreno y Daniel Gavela son la garantía de que la línea editorial de El País y la SER se acercará a la de La Moncloa y se alejará de los postulados del 'cebrianismo'. 

Pedro Sánchez ya tiene una televisión propia

El presidente del Gobierno aseguraba hace dos años y medio que manipular un medio público era igual a corrupción. Pero ahora ni sabe ni contesta sobre los obscenos quehaceres que emprende en TVE el comisario político Enric Hernández, que encadena bandazos por su inexperiencia en el sector.

Y este hecho está provocando que La 1 lance varios proyectos progubernamentales que están lastrados por una palpable falta de calidad periodística y técnica. El mayor ejemplo de esta falta de profesionalidad es 'La primera pregunta', que ha sido cancelado tras solo tres entregas.

Enric Hernández ha confiado algunos de los nuevos proyectos de la temporada a productoras semidesconocidas que, amén de sentar en corrillo a todos los plumillas afines a La Moncloa, están logrando unos números de audiencia muy discretos.

No parece penar por ello Rosa María Mateo, atrincherada en su interinidad y mimetizada con la decoración de su despacho. La administradora única, que prometía regeneración y pluralidad, está encantada con la defenestración al alimón de tres profesionales independientes que le afearon en público su servilismo hacia La Moncloa: Begoña Alegría, Fran Llorente y Xabier Fortes. 

Astracanadas

Comisiones Obreras protesta por la deriva de RTVE mientras los amigos de Iván Redondo se hacen de oro: Nacho Elguero, íntimo del spin doctor de La Moncloa, ha sido ascendido a director de RNE (que llevó aparejado un sueldo en 2019 de 176.121 euros anuales).

La irracionalidad impuesta por el tándem Mateo-Hernández se evidenció con fuerza durante el verano. Y es que en el periodo estival se sucedieron dimisiones, destituciones y unos amagos de huelga que nunca cristalizaron por decisión de UGT y el Sindicato Independiente (que los viernes ya no visten de negro). 

La única noticia 'positiva' que había salido de las instalaciones de RTVE había sido el nombramiento de Pep Vilar como nuevo jefe de Informativos. Pero el tiempos pasa y los 'Telediarios' siguen cumpliendo un único mandamiento dictado por Iván Redondo: 'Engordarás a Vox sobre todas las cosas'. 

El futuro electoral del PSOE depende de la fuerza de este espantajo anacrónico que lidera Santiago Abascal, tan feliz por su suerte como lo estaba Pablo Iglesias cuando el PP utilizaba a Podemos para dejar sin opciones de poder a Sánchez. 

No solo de Prisa y RTVE vive Sánchez

El principal cambio en materia mediática del 'sanchismo' respecto al 'zapaterismo' es la pérdida de peso estratégico de Jaume Roures, que no ha sido reclamado por Enric Hernández para poner en marcha algunos de los proyectos favorables a los intereses del PSOE. 

El productor catalán anda entretenido en otros asuntos: el agujero económico que le puede provocar la Ligue 1 de Francia, la posible salida a Bolsa de Mediapro o los proyectos que tiene para unir a la izquierda catalana. 

Pero quizás a Roures se le han quitado las ganas de enredar en Madrid, antaño lo hacía a favor de Félix Sanz Roldán y en contra de José Manuel Villarejo mientras apostaba por contribuir a la votación del referéndum del 1 de octubre de 2017 en Cataluña. 

La resaca de la consulta se llevó mal en Castilla y Roures pagó el revanchismo mesetario con tres cornadas de aúpa: en diciembre de 2018 se quedaba sin la mitad de su facturación en La Sexta (donde ya había perdido ascendente por la negativa de Ferreras a emitir sus documentales sobre 'las cloacas de Interior'). 

Siguieron los disgustos

En febrero de 2019, ya con el PSOE en La Moncloa, el Santander y CaixaBank apadrinaban el asalto de Prensa Ibérica al Grupo Zeta, situación que dejó a Roures sin sus dos cabeceras más ansiadas (El Periódico de Catalunya para posibilitar un nuevo tripartito 'rojo' y el Sport para influir en el Barça). 

Y tan solo dos meses después, en abril de 2019, Mediapro perdía la gestión de Real Madrid TV por decisión del íntimo amigo de Ferreras, Florentino Pérez. Roures, demasiado mal acostumbrado por su curiosa facilidad para ganar subastas deportivas 'a sobre cerrado', no se lo tomó bien. 

Fue entonces cuando el empresario comenzó a disparar: a Ferreras le acusó de tener un "discurso engañoso" en Cataluña que buscaba "favorecer la represión", sobre las polémicas que coleccionaba el sistema VAR se excusó diciendo que era "una campaña orquestada en los medios de Florentino" y algunos medios afines a Mediapro insinuaron sobre la banca que hubo "administración desleal" para favorecer en la toma de Zeta a una empresa editora más dócil con el poder, Prensa Ibérica.

Los aliados mediáticos de Sánchez

Roures ha apostado por destensar la línea editorial de Público, que sigue muy identificada con Unidas Podemos. El empresario ha rebajado el peso del área de investigación del diario y ha 'reciclado' a Ana Pardo de Vera como encargada de las relaciones institucionales. 

Es decir, que Público sigue con su republicanismo de salón, mantiene su cercanía con Félix Sanz Roldán y sigue arrastrando una curiosa incapacidad para publicar siquiera una línea que comprometa a Zarzuela (por mucho que el diario editado por Roures capte socios apealando a la tricolor),

Iván Redondo sabe que puede 'echar mano' de Público y también es consciente de que Mediaset no le va a comprometer. Y es que no quiere líos Paolo Vasile, que quizás es uno de los escasos directivos audiovisuales relevantes en España que pone más atención a la industria televisiva, de mayor o menor calidad, que a la política. 

Mediaset no se mete en política

Vasile se abstiene de jugar la carta política y tan solo tiene dos empeños en el área de actualidad: que el gallinero conservador que modera Ana Rosa siga despertando a la España que no madruga y que a Pedro Piqueras se le aparezca un 'Rosco' milagroso y así pueda recuperar el liderazgo de los informativos en prime-time. 

¿El resto? Mediaset es una orgía que contiene trazas de okupas, sucesos sangrientos matinales, anuncios de alarmas, tentaciones que te convierten un día cualquiera de confinamiento en un 'martes loco' y juguetes rotos que venden hasta los empastes de oro en 'Sálvame' o en el reality-show de turno.

Contrapeso: Planeta

El único holding mediático que está capacitado para condicionar la presente legislatura es el Grupo Planeta. La compañía editorial que controla Atresmedia y La Razón mantiene una relación tensa con Iván Redondo desde abril del pasado año.

El consultor intentó aprovechar la influencia que ejerce en Rosa María Mateo para que la administradora única intentase derribar un debate electoral organizado por Atresmedia que finalmente se llevó a cabo gracias a la presión política y periodística.

El monstruo

Planeta es en 2020 lo que Prisa fue en 1995: el grupo de comunicación más influyente de España. Y es que Atresmedia cuenta con un sobresaliente ejército televisivo que se ve reforzado por Onda Cero, La Razón y varios diarios digitales cuyas cabezas visibles tienen presencia recurrente en las tertulias de La Sexta (El Diario, Ok Diario, Infolibre, El Plural o Es Diario). 

Peores relaciones guarda Atresmedia con El Español a pesar de que las aguas se han calmado y Pedro J. Ramírez se ha convertido en un entrevistado habitual en programas como 'La Sexta Noche' o 'Liarla Pardo'. 

También parece haberse quedado atrás la guerra entre Roures y Ferreras a pesar de que el director de La Sexta insinuó que el productor le habría intentado 'comprar'. Los que siguen arreando fuerte a Atresmedia son el Grupo Libertad Digital, con Jiménez Losantos a la cabeza, y Periodista Digital, de Alfonso Rojo. 

'Antena 3 Noticias' pisa fuerte

Antena 3 está recogiendo muchos frutos a nivel informativo y los informativos que coordina Santiago González se han consolidado como líderes al mediodía y noche de la mano de Sandra Golpe y Vicente Vallés, que aprovechan la sustanciosa herencia que les dejan 'La ruleta de la suerte' y 'Pasapalabra'. 

Vallés, que hace tres lustros era uno de los 'rostros progres' de los 'Informativos Telecinco', ahora se ha convertido en uno de las escasas voces periodísticas que tiene capacidad de arrear un mandoble televisivo al Gobierno central mediante unas pequeñas piezas editoriales que casi siempre se viralizan. 

Las sombras de La Razón

La Sexta, a pesar de su apariencia progresista, es un canal dirigido por un periodista como Antonio García Ferreras que ha estado muy bien relacionado con controvertidos personajes como Florentino Pérez, José Manuel Villarejo o el presidente de La Razón, Mauricio Casals. 

Casals, que hablaba casi a diario con Luis Bárcenas en plena tormenta judicial sobre el PP, ahora ha tutelado el fichaje como columnista de La Razón de Jorge Fernández Díaz. El exministro del Interior, en vez de esconderse, todavía saca tiempo y ganas para escribir que "cuestionar la monarquía como forma de Estado es más letal para España que el coronavirus". 

Curiosidades

Los artículos de Fernández Díaz no son el único asunto llamativo que se puede leer en La Razón, que es un periódico capaz de publicar una encuesta que otorga unos números sobresalientes a la gestión de Isabel Díaz Ayuso. Las malas lenguas insinuaban que Planeta hacía campaña en favor de la presidenta porque al fin va a conseguir la autorización para abrir una Universidad en Madrid. 

Pero este proyecto, frenado la legislatura pasada porque algunas voces del PP madrileño apuntaron al entorno de Atresmedia del causante de la caída política de Cristina Cifuentes, parece que saldrá adelante en las próximas semanas.

También llamó la atención que La Razón pareciera que ponía firme a Felipe González con un papel de la CIA que lo relacionaba con la creación de los GAL. El periódico conservador publicó un asunto que era de dominio público desde hace casi dos años tan solo 48 horas después de que González pusiera en un compromiso a Sánchez al asegurar que el Gobierno parecía "el camarote de los hermanos Marx".

La Sexta de Ferreras

Ferreras, que sostiene que es "de izquierdas y republicano", dirige un canal en el que no se ha emitido ni un solo documental crítico respecto a la corrompida monarquía española. Y el trabajo que no hace Jordi Évole, que lleva tres meses homenajeando a Pau Donés en vez de buscarle las cosquillas a los Borbones, lo tiene que hacer ETB.

La televisión pública vasca realizará un trabajo sobre Felipe VI que quizás no sea fácil de ver en La Sexta, canal 'postmoderno' de marcado perfil informativo que emite alrededor de quince horas diarias en directo y que se acerca al 7% de share. 

Runrún

Pedro Sánchez se instaló en La Moncloa en junio de 2018 y tan solo tres meses después Iván Redondo ya se había encargado de tutelar que La 1 doblase a Xabier Fortes para que compitiera cada mediodía con Ferreras, que según el libro 'Al fondo a la izquierda' de Jesús Maraña acabó hace unos años sufriendo los gritos de Sánchez en un restaurante.

Y en 2020 La 1 de TVE también le ha buscado la flaqueza a La Sexta. Pero 'La hora de La 1' no ha hecho mella en la robusta franja matinal de la cadena verde y 'La primera pregunta' ha sido retirado tras caer ante 'La Sexta Noche'. 

Cintora, clave del curso político 

Aun así la gran batalla podría estar por llegar si TVE 'se atreve' a estrenar el nuevo proyecto de Jesús Cintora en competencia directa del todopoderoso Ferreras, amo y señor del mediodía desde que Paolo Vasile tuvo la ocurrencia de retirar 'Las Mañanas de Cuatro'. 

Enric Hernández todavía está a tiempo de esquivar a Ferreras moviendo a la tarde el nuevo proyecto producido por José Miguel Contreras y dirigido por Jesús Cintora, que en Cuatro superaba a diario al leonés. 

Cierto es que Ferreras se encuentra hoy en día en una posición más ventajosa. El creador de la coletilla "más periodismo" ha afianzado una gran audiencia de la que está lejana Ana Pastor, que ha conseguido que su productora facture más de cuatro millones de euros anuales a pesar de que los dos proyectos que tiene en marcha en La Sexta no alcanzan siquiera la media de share del canal. 

Newtral

Eso sí, no solo Atresmedia encarga proyectos a Newtral... que ha conseguido un contrato para realizar un documental que pagará el Real Madrid de Florentino Pérez y que también tiene en cartera un trabajo sobre la Casa Real española.

Veremos si desde el bloque socialista de La Moncloa buscan el choque contra La Sexta o si Iván Redondo evita una batalla que tampoco podría ser del agrado de Mauricio Casals y Antonio García Ferreras, que en los últimos años se han dejado muchos pelos en la gatera por otros conflictos mediáticos. 

Confort 

Pedro Sánchez disfruta del confort mediático que también le proporcionan el Grupo Godó, con el Conde tendiendo puentes con Madrid tras arrepentirse de sus 'pecados'; o la fusión fría que protagonizan El Diario e Infolibre, que lo primero que han hecho a conjunto es demostrar sus intenciones escasamente contestatarias. 

Ambos medios han rechazado firmar una petición de medios progresistas al Gobierno par que reforme la Ley de la Publicidad Institucional y se negaron a impulsar la ya célebre encuesta centrada en la opinión de los españoles sobre la monarquía.

Nacho Escolar, más hábil en materia económica y mediática que la cúpula de Infolibre, ha ejecutado el pacto bajo el padrinazgo moral de otro célebre miembro de la gauche divine madrileña, José Miguel Contreras. 

Podemos se defiende

Menos avispados en materia mediática que Contreras se están mostrando los chicos de Podemos, que a pesar de sus conocimientos sobre el sector han tardado demasiados años en comprender que los focos que les iluminaban eran los del enemigo. 

Al menos Iglesias, por puro instinto de supervivencia, sacó la metralleta dialéctica en la campaña de abril de 2019 y ahora ha apadrinado el lanzamiento del digital La última hora. Este proyecto de legítima defensa es tan amateur como necesario para Podemos. 

Y es que la formación morada, acosada todos los días desde hace más de seis años en la prensa madrileña por aspectos judiciales que se acaban archivando, tiene la obligación de no dejarse amilanar por algunos periodistas que pudieron participar en las campañas de guerra sucia que orquestó el Gobierno del PP contra sus adversarios políticos. 

El ejército de Pancho Villa

Decía José María García que la derecha mediática era "el ejército de Pancho Villa". Y en esta tropa antigubernamental destaca la fuerza del Grupo COPE, que está reforzando sinergias con su discreto y ruinoso proyecto televisivo episcopal, Trece. 

El mayor reclamo de COPE lo proporciona Carlos Herrera, entre el gazpacho y la siesta. El locutor acaba de renovar por la emisora hasta 2025 y quizás para entonces sepamos dónde fue a parar el dinero de los conciertos supuestamente solidarios que organizaba Fernando Giménez Barriocanal.

El esplendor perdido

Tampoco andan sobrados de reputación en el grupo que inspiró el libro 'El director ', Unidad Editorial. Y es que Paco Rosell, a la derecha de Atila, ha decidido que El Mundo deje de ser un diario especializado en investigación para convertirse en el digno sucesor de El Alcázar. 

Más revueltas bajan las aguas en Vocento, que parece haberse empeñado en homenajear a la berlanguiana familia Leguineche. Y es que Catalina Luca de Tena, bisnieta del fundador de ABC, ha renunciado a la presidencia del periódico tras perder su pulso interno contra el CEO del multimedia, Luis Enríquez. 

Cambios en ABC

Enríquez 'salvó el cuello' hace unos meses tras recibir un apoyo inesperado de la familia Ybarra y ahora los cuellos los corta él: el 'marianista' Bieito Rubido ha dejado de dirigir ABC y Ramón Pérez-Maura ha seguido sus pasos al pronosticar que va a dejar de hallar ante sí al 'ABC verdadero'. 

Catalina, Bieito y Ramón han pronosticado un cambio ideológico en ABC que sería impuesto por el clan de Neguri, que hicieron fortuna vendiendo ejemplares de El Correo Español (hegemónico en una provincia férreamente controlada por el nacionalismo vasco como es Vizcaya).

¿El secreto del éxito vasco que puede inspirar a ABC? Costumbrismo, sucesos y toneladas de deporte. Y menos 'Dios, Patria, Rey'. Al menos esa parece la intención del nuevo director, Julián Quirós, que citó a Felipe VI para asegurar que en España "caben las distintas formas de ser español". Es decir, que ABC cambia los patrióticos golpes de pecho por un plan de negocio que incluye el paywall.

A la derecha de la derecha

Más tenebrosas están las cosas a la derecha del Grupo Cope, Unidad Editorial y Vocento. Y es que la derecha no tiene ni una televisión relevante que sea afín a su ideología porque hasta Telemadrid está en manos transversales gracias a un pacto de sangre entre Cs, PSOE y José Pablo López. 

El PP tendrá serias dificultades para dejarse ayudar por otras ruidosas compañías 'alternativas': Losantos encadena disparates, los restos del Grupo Intereconomía han terminado como felpudo de Vox, Ok Diario hace buenos a los tabloides británicos y Javier Negre va camino de abrazar el terraplanismo. 

Más formales parecen otros diarios cercanos al centro-derecha como El Confidencial, que acumula sangría de bajas voluntarias y su editor ha comprendido que el 'tren de venta' le pasó de largo hace mucho tiempo.

Prensa digital

No lo tienen fácil El Confidencial y compañía, enterrados en una maraña de periódicos digitales cuya influencia se ve apagada por la fragmentación de la audiencia a pesar de que los editores se empeñan en exhibir millones de visitas validadas por Comscore, que traga con alegría salvajadas de clickbait o granjas de contenidos.

En los periódicos online, que normalmente cuentan con una redacción minúscula, se está abusando de la precarización y se está estimulando la redacción de artículos como si fuesen elementos de producción industrial. 

Así la 'churrería' da la sensación de velocidad a pesar de que muchos de los artículos son viejos productos 'adecentados' que pasan a formar parte de una cadena de la que hace fortuna el duopolio yankee que conforman Google y Facebook, que ni crean empleo ni apenas pagan impuestos en el Estado español.

La prensa digital parece desanimada a nivel estatal. Pero la situación rozará el drama cuando algunos editores, que están implantando muros de pago sin contar siquiera con plan de negocio, comprendan que España no es Estados Unidos y que su pasquín no es The New York Times.