Semana intensa entre los directivos audiovisuales. Especialmente comentado ha sido el relevo como CEO de Atresmedia de Silvio González, que sigue los pasos de Maurizio Carlotti y se convierte en vicepresidente del grupo, quizá como previo paso a su salida de la compañía.
El directivo que acabó con el corazón en Antena 3, a pesar de sus aguerridas defensas de 'Tómbola' en los tiempos en los que ejercía de subdirector general de Telemadrid, ha recibido los parabienes de Atresmedia. El grupo asegura que bajo su pilotaje "la compañía ha vivido una profunda transformación en todas sus áreas de negocio, habiendo sabido adaptarse a un entorno en constante cambio y altamente competitivo".
González asume ahora responsabilidades en temas tan loables como la innovación o la búsqueda de nuevas vías de ingreso.
Bardají
El pupilo más aventajado de Mauricio Casals llevaba años liderando el grupo de facto en algunas áreas. Y ahora Javier Bardají lo hará en todas para alegría de su amigo Antonio García Ferreras, acosado por Javier Negre y Alvise Pérez (que han recibido metralla siciliana a través de Okdiario).
Bardají, coautor de un magnífico libro sobre la huella de la primera Globomedia en la industria televisiva española, "garantiza la continuidad del proyecto estratégico de Atresmedia, que ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años hasta convertirse en el grupo audiovisual líder", explica el grupo.
Compitiendo por influir con Atresmedia se encuentran los del Grupo Prisa, que han acertado al regresar a la senda progresista y han errado al volver al servilismo hacia el tándem PSOE-La Moncloa bajo la tutela de los enredadores Miguel Barroso y José Miguel Contreras.
Al frente del editor de la SER y El País se encuentra Joseph Oughourlian, que no da puntada sin hilo y se ha hecho con más del 1% de Mediaset (cuya OPA de los Berlusconi publicitan en la emisora radiofónica de Prisa).
El capitán del fondo buitre Amber Capital quizá pretende tejer alianzas en el terreno mediático con personajes que está a la derecha de Atila: los Berlusconi y Borja Prado, Dios los cría pensará Paolo Vasile, que es un santo varón en comparación con la mayoría de sus homólogos.
El CEO italiano está a punto de ver como Telecinco suma su novena derrota mensual en diez meses a pesar de 'Supervivientes', lo que supone un drama para una cadena que había ganado 86 de los 90 meses previos a esta debacle.
Peor le van las cosas en términos de audiencia a La 1, capitaneada por un lobo con piel de cordero que está cruzando todos los límites admisibles. José Manuel Pérez Tornero, feliz mientras RTVE cae a sus mínimos históricos de audiencia, se está dedicando con esmero a cinco tareas:
-Convertir RTVE en dos chiringuitos tutelados por el PSOE y el PP, que se reparten cargos del organigrama, tertulianos y lo que toque.
-Impulsar loables programas en La 1 que no ve nadie y que estarían mejor en La 2: de las entrevistas de la lacrimógena María Casado a los debates de Javier Ruiz.
-Utilizar recursos públicos para garantizarse los apoyos de sus compañeros del Consejo de Administración (programa para Jenaro Castro y Elena Sánchez, enchufe para un amigo de Ramón Colom y encierros sanfermineros regalados a ETB para contentar a la cuota del PNV).
-Apostar porque La 1 se convierta en un canal de eventos, comprometiendo millonarias inversiones en el infame Mundial de Qatar, en la próxima Eurocopa o en productoras como Ganga, que va a facturar 9 millones de euros con un concurso musical en el que quizá cante el defraudador Imanol Arias.
-Echarse fotos con algún rostro eurovisivo, ya puede ser Channel, Massiel o los de Mocedades.
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